Somos un centro de control técnico de parapentes

Controlar regularmente su  parapente es garantizar su vuelo dentro de  las  normas   del fabricante y conservar  la seguridad, confort de pilotaje y rendimiento que éste le ofreció desde el primer día.

Un parapente está hecho de diversos materiales cada cual con diferentes  especificaciones técnicas. Es muy importante dentro del diseño de una vela garantizar que los materiales utilizados mantengan sus especificaciones dentro de los márgenes de tolerancia durante su utilización.

Los materiales por más resistentes que sean al inicio tienen sus limitaciones y vida útil éstos se deterioran sometidos al paso del tiempo, tensiones mecánicas , agresiones ambientales como humedad, cambios de temperatura, radiación, salinidad, polvo, arena, fricción con rocas, etc.

Cada vela es diferente, una perderá resistencia mecánica sin deformarse y otra cambiará su calado sin perder resistencia, dependiendo del material unas líneas pueden encogerse mientras otras pueden alargarse, cada tela se deteriorará inclusive dependiendo  del color, etc.

El permanente cuidado diario que usted de a su parapente es un factor que influirá directamente en el envejecimiento normal o prematuro del material.

Un piloto que vuela regularmente, difícilmente percibirá la degradación de las cualidades de su parapente, él se acostumbra al cambio de medidas de sus líneas y la evolución de su comportamiento de vuelo. Mientras pasa el tiempo observa que las nuevas velas de sus amigos inflan más fácil y a él le cuesta, esto se debe posiblemente a varios factores como  la deformación de las líneas del parapente, porosidad de la tela, estiramiento de tela y deformación de perfiles y no necesariamente al modelo del parapente, etc. La causa se la determina luego de una inspección completa de la vela.

Después del primer año de uso, una medición precisa del suspentaje de su ala permite la optimización del ángulo de calado de la vela, es decir, poner a cero el ángulo con el cual el diseñador puso a punto su creación  para cumplir con los rendimientos y comportamiento de la vela como muestra  su ficha técnica.

Después de 2 años o unas 100 horas de vuelo, los fabricantes recomiendan verificar el estado físico  de los diferentes materiales, la resistencia mecánica de suspentes, el grado de desgaste de la tela y reparar toda marca de agresión o envejecimiento que pueda influir en la estructura o comportamiento de la vela.